En la serie de ficción de J. K. Rowling, Harry recibe una misteriosa capa de invisibilidad. Pues la maquinaria antigua podría volverse igualmente invisible en breve si no se retroadapta con tecnología de conectividad.
Cisco, el proveedor de equipos de telecomunicaciones, prevé que 29 300 millones de dispositivos estarán conectados a Internet para 2023. La mitad de esos dispositivos entrarán en la categoría del IdC, convirtiéndola en la tecnología de conexión de más rápido crecimiento. Los proveedores de automatización industrial han adoptado el IdC y hay empresas como ABB, Honeywell, Rockwell y Siemens que ofrecen productos interconectados. Fabrican motores con sensores que controlan la velocidad y la vibración, o robots que tienen sensores para ver y tocar su trabajo.
La cantidad de información que los responsables de planta recopilan de los procesos de fabricación está creciendo exponencialmente. Muchos de los datos que requieren para tomar decisiones sobre los procesos de fabricación ya se procesan en dispositivos de borde. La clave reside en procesar los datos lo más cerca posible de donde se necesitan. Muchos dispositivos ya cuentan con la capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos para procesar información de manera local antes de enviarla a un servidor de forma agregada para mayor análisis.
¿Está rodeado de tecnología antigua?
¿Significa eso que las máquinas que son un poco antiguas y no tienen conectividad al IdC ya no tienen el nivel suficiente? O peor, ¿podría la maquinaria antigua volverse invisible en un mundo de decisiones impulsadas por los datos? Afortunadamente contamos con tecnologías disponibles para modernizar la conectividad de las máquinas industriales y prepararlas para el mundo del IdC.
¿Cómo se puede modernizar con conectividad la maquinaria antigua? En primer lugar, se le deben acoplar sensores. Por ejemplo, ABB, el proveedor de equipos eléctricos suizo-sueco, suministra sensores que se pueden acoplar a bombas o motores. Estos sensores se suministran como un kit de fácil instalación, que incluye un soporte receptor, un soporte de montaje, un tubo de masilla y los tornillos necesarios.
Al añadir un sensor de retroadaptación, la bomba o el motor que lleva años haciendo fielmente su trabajo se convierte en un centro neurálgico de generación de datos. Los sensores miden parámetros como el estado general, la vibración, el estado de los rodamientos, la estabilidad y la temperatura. Con esos datos, los responsables de planta pueden formarse un juicio sobre la eficiencia de los equipos, detectar posibles problemas, como una desalineación, y realizar labores precoces de mantenimiento preventivo.
Gracias a la Orange Box de B&R Industrial Automation, los responsables de planta pueden modernizar prácticamente cualquier tipo de maquinaria antigua con funcionalidades del IdC. La Orange Box lee la generación de datos de la máquina mediante canales E/S o un bus de campo. Primero, el software de la Orange Box convierte la generación de datos de la máquina en indicadores clave de rendimiento (KPI) y un índice OEE. Como segundo paso, el software de la Orange Box cuenta con la capacidad para convertir los datos que recopila en un formato que un software ERP sea capaz de leer, a través de una conexión OPC UA.
La Orange Box no requiere ningún cambio de software o hardware en la propia máquina de fabricación, pero abre todo el mundo del IdC a las máquinas que anteriormente no contaban con esa capacidad. Dado que el número de máquinas conectadas a Internet crece exponencialmente, es importante que ninguna fábrica o máquina quede cubierta por una capa de invisibilidad.
Fuente: www.euautomation.com
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